Ir a comprar forma parte de la rutina. Pero… ¿cómo lo haces? ¿Vas con una lista, improvisas, te dejas llevar por el hambre, la oferta, la prisa?

No se trata de hacerlo perfecto, sino de empezar a hacerlo con mayor conciencia. Porque lo que pones en la cesta es, en parte, lo que te pondrás en el plato. Y esto te nutre… o sólo te distrae.

Aquí tienes 3 claves para comprar con sentido y cuidarte desde el origen de la comida:

1. Haz una pequeña pausa antes de salir de casa

Pregúntate: ¿qué necesito de verdad?, ¿cómo me quiero sentir esta semana?

2. Mira tu despensa antes de comprar

Evita acumular. Mira lo que tienes, lo que puedes aprovechar, y completa a partir de aquí. Comprar no es empezar de cero, sino seguir cuidándote.

3. Piensa en platos, no en productos

En lugar de pensar en “comprar arroz, espinacas, yogur…”, piensa: ¿qué quiero comer? ¿Una crema? ¿Un salteado? ¿Un desayuno nutritivo? Esto te ayuda a realizar una compra que se transforma fácilmente en comidas reales.

No se trata de controlarlo todo, sino poner un poco más de sentido en un gesto que haces muy a menudo. Y si lo haces con presencia, es otra forma de cuidarte.

¿Te has sentido reflejada?
Sígueme en Instagram o suscríbete al blog para recibir más reflexiones como ésta, y caminamos juntas hacia una alimentación con mayor sentido y presencia.